ArgumentoJavier tiene una entrevista de trabajo en una procesadora de alimentos. Lleva casi dos años sin empleo, por lo tanto ésta es su única oportunidad. Toma Valium en ocasiones para calmar los nervios, mientras que José, su compañero de apartamento y mejor amigo toma Viagra, pues sufre de disfunción eréctil.
Una noche en medio del apuro, José esta a punto de tener relaciones con su novia, se dirige al baño para tomarse el Viagra. Al tomar el frasco éste se cae al suelo y se rompe; José rápidamente busca un frasco donde envasar las pastillas.
- “Valium”, hum! Hasta parecido el nombre…
Al día siguiente Javier se levanta tarde para la entrevista, va a la cocina y pone hacer café. No se baña, y al tomar la cafetera se quema la mano. Con ira deja la cafetera en el mesón, va hacia a el baño y en vez de una pastilla del frasco que dice Valium, toma dos y se las traga de insofacto.
Camino a tomar el autobús Javier siente una extraña sensación. Suda efusivamente, está eufórico y siente palpitaciones espontáneas. Esta excitado y no le encuentra explicación. Observa a su alrededor, los postes, los hidrantes, un perro orinando, una fuente de agua, un puesto de revistas de frutas exóticas; Javier ya no puede más y se devuelve a su casa con una gran erección entre el pantalón.
Al llegar a su casa José abre la puerta, mira hacia abajo y ríe en frente suyo a carcajadas.
- La única solución es que usted se eche un (en vos baja) polvito… Y haber donde se lo consigue a estas horas de la mañana.
José le da la espalda riéndose mientras se dirige a su cuarto. Cierra la puerta. Javier se queda observando la puerta cerrada, la abre, entra y vuelve y cierra con seguro.
- Aquí el (en vos baja) polvito, va a ser usted. Haber pues! Tómese una de esas pastillitas que me hizo tomar a mi para que funcione!!!. Jajajajaja
José lo mira con terror. Javier se lanza sobre el correteándolo por la habitación. José escapa por la escalera de emergencias. Javier sigue con su erección, tiene tan sólo quince minutos para reducirla. Sale de su casa observando su mano.
- sin mano ni "pinga", lo único que queda es (en vos baja) una putita…
Al cruzar la “Calle Media” encuentra una prostituta, está sola.
- Necesito un favorcito (señalando su pantalón) no se quita con nada.
La prostituta que es costeña le responde.
- Tranquilo mi amor que todo eso tiene solución… nos vamos a la vueltita, ahí hay una carpita y le puedo dar una (en vos baja y haciendo comillas con los dedos) “manita”…
Se van y entran a la carpa. Manuela se agacha y le desabrocha el pantalón. Javier grita de dolor
- ¡Los dientes!
Empuja a Manuela y sale corriendo. En el camino se choca con Camila, la novia de José, le comenta lo sucedido.
-Anoche… si, si escuché un frasco romperse. Pero tranquilo no más que usted es mi amigo y yo le hago el favorcito.
Entran al “motel de la esquina” y con rapidez, sin siquiera quitarse la ropa Javier grita de placer. Se levanta presuroso, toma el autobús y llega a la procesadora de alimentos.
- Señorita, tengo una entrevista de trabajo, mi nombre es Javier Manuela.
(Tecleando el computador con rapidez)
- si señor como no, usted tiene una entrevista de trabajo… mmm (se queda callada un rato con duda) pero según los registros es dentro de un mes.
Desarrollo de algunas escenas:
Escena 1:
INT. CONSULTORIO MEDICO. TARDE
Un gran escritorio blanco, no hay nadie sentado en él. Paredes blancas, una camilla con dos varillas a lado y lado, color plateadas. Las cortinas están abiertas y dejan ver la ciudad a través de la ventana. El gran escritorio blanco, la placa de metal dice “Vicente Jiménez - médico urólogo y ginecólogo”. Un hombre con bata “azul viagra” está sentado en el escritorio, las manos entrelazadas, rostro limpio y una sonrisa insinuada en el rostro.
VICENTE JIMÉNEZ
Su pene presenta averías. Lo que llamamos en término médicos un desorden de aversión sexual, causando (separa un poco las manos) la disfunción eréctil.
Abre el cajón del escritorio sacando un frasco blanco con una etiqueta que dice “Pfizer -
Sildenafil VIAGRA”, lo pone encima del escritorio, al fondo unas manos se mueven nerviosas.
VICENTE JIMENÉZ
Una sola gragea y la sangre fluye como debe ser.
Justo veinte minutos antes de su relación sexual. No lo olvide
(Hace un ademán con la mano indicando que puede marcharse.)
José se pone de pie, toma el frasco de viagra y sale del consultorio. Cierra la puerta suavemente y observa el frasco con rostro preocupado.
Escena 2:
INT. CONSULTORIO MEDICO. TARDE
Vicente olvida algo, toma de su escritorio un folleto y abre la puerta del consultorio. José mira el frasco con preocupación, desvía la mirada a Vicente.
VICENTE JIMENEZ
Se me olvidaba el folleto. Ciertamente muy importante.
Ahí explican los efectos colaterales. No olvide que puede ir desde la cefalea
el rubor facial, pasando por el rash cutáneo, la dispepsia y hasta palpitaciones y fotofobia.
Vicente entra de nuevo el consultorio y cierra la puerta en frente de José. José mira con cara de terror.
Escena 3:
INT. CONSULTORIO PSIQUIATRICO. TARDE
Un diván al fondo con Javier acostado, paredes blancas con una que otra pintura abstracta. En el escritorio, varias carpetas blancas. Justo al lado del escritorio había una silla grande amoblada. Un hombre con una bata blanca y camisa negra por debajo observa a Javier. Al fondo Javier habla rápidamente.
JAVIER
(Habla con rapidez)
Yo siempre pensé que era aprensivo. Me sentía inquieto y no podía descansar. A veces estas sensaciones iban y venían. Otras veces eran constantes. Podían durar días. Me preocupaba por la cena que iba a preparar para la fiesta o cuál sería un magnífico regalo para alguien. Simplemente no podía dejar nada de lado. Era tal la tensión que experimentaba que por momentos me sentía como aferrado a un cable de corriente eléctrica. Una sensación horrible.
Tenía serios problemas para dormir. Hubo ocasiones en que despertaba ansioso en la mañana o en la mitad de la noche, temblando y transpirando. Me costaba trabajo concentrarme aún mientras leía el periódico o un libro. A veces me sentía un poco mareado. Mi corazón latía apresuradamente o me golpeaba en el pecho. Esto me preocupaba aún más. Vivía preocupado por lo que podría llegar a ocurrir, no podía concentrarme en el presente, en mis quehaceres cotidianos..."
[1] Me siento totalmente ansioso…
PSIQUIATRA
¡Javier!, por favor. Hable más despacio que no puedo tomar apuntes. Mejor no lo hubiera podido decir yo, usted sufre un cuadro de ansiedad, debido tal vez a la angustia por la falta de “adicción al trabajo”.
Javier tiene aprieta los labios para no hablar, cruza sus brazos y se sienta. El Psiquiatra se pone de pie y trae un frasco blanco, en la etiqueta dice “Roche – Diazepan – VALIUM”
PSIQUIATRA
(Sentándose)
Lo primero que debe hacer es encontrar un trabajo, de inmediato diría yo. Usted lleva casi dos años viviendo a costa de su madre y ya tiene 30 años, eso trastorna a cualquiera no lo culpo. Entonces primero el trabajo y después una pastillita de estas cada vez que sienta los síntomas que menciono antes. (Le da el frasco)
JAVIER
¿Algún efecto secundario?
PSIQUIATRA
Como no. Pueden ir desde la ataxia, el vértigo, la somnolencia, cambios en la libido; pasar por los trastornos gastrointestinales y hasta reacciones paradójicas. Pero tranquilo. Eso no le va a pasar a usted. (Hay un silencio mutuo) Bueno se nos acabo el tiempo de la consulta, mucha suerte Javier que este muy bien. (Le abre la puerta señalándola)
Javier sale del consultorio. Habla solo, rápido y en vos baja.
[1] Tomado de un caso real.